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La voz de los Papas, durante cinco siglos, sobre la Evangelización de América

Colaboración harmónica entre la Iglesia y España

Alejandro VI: "Entre todas las obras agradables a la Majestad divina y deseadas por nuestro corazón, ciertamente las que sobresalen por encima de todo son la exaltación de la fe católica y de la religión cristiana, mayormente en nuestros días, y su ampliación y dilatación en todo el orbe, la búsqueda de la salvación de las almas y la humillación y la reducción a la fe católica de las naciones bárbaras[i]

Adriano VI: “Conocemos enteramente el ardientísimo celo de Vuestra Majestad Imperial en aumentar desde tierna edad la Cristiandad, deseando encomendar en el Señor y sobre todo proveer a obra tan santa y loable … queremos, por el tenor de la presente, que todos los hermanos de las órdenes mendicantes, sobre todo los Franciscanos de observancia regular nombrados por sus superiores y que, movidos por el Espíritu Divino, espontáneamente quieran transferirse para las mencionadas regiones de las Indias a fin de convertir a la fe los mencionados indios…”[ii]

Radical defensa de los indios

Paulo III: “Por la presente carta decretamos y declaramos,... que los referidos indios y todos los otros pueblos cuya existencia llegue en el futuro al conocimiento de los cristianos, aunque no poseyendo la fe cristiana, pueden lícita y libremente gozar, entrar en la posesión y hacer uso de su libertad y del dominio de todas sus cosas, que no deben ser reducidos a la esclavitud”. [iii]

Dios premiará esta obra

San Pío V: "Vuestra Majestad esté cierto de que, por la propagación de la religión, su reino también en aquellas regiones, por la bondad y favor divinos, será consolidado y aumentado, y preparará para sí, por los méritos obtenidos junto a aquellos pueblos y ante la religión, un premio no sólo en esta vida como también en la otra". [iv]

      “Deseamos también que veléis, cuanto en Vos está, por reconducir este pueblo, y sobre todo aquellos que con la ayuda del Señor fueron recibidos en la fe cristiana, de los hábitos de vida salvaje para costumbres más pacíficas y modos de vida civilizados, como aún por persuadirlos a que, abandonando aquella torpe desnudez del cuerpo, a la cual se dice estar acostumbrados, asuman vestidos convenientes al pudor cristiano y a las costumbres civilizadas".[v]

Excomunión para los que abusen de los indios

Urbano VIII: En 1636, lanza pena de excomunión  "a todas y cada una de las personas tanto seculares como eclesiásticas de cualquier estado, sexo, condición y dignidad que sea", que osen o presuman "reducir los anteriormente mencionados indios a la esclavitud, vender, comprar, trocar o donar, separar de sus esposas y de sus hijos, despojar de sus cosas o bienes, llevar o transferir para otros lugares, privarlos de cualquier modo que sea de su libertad, retener en servidumbre…".[vi]

La grandeza de España fue propagar la religión cristiana

Pío IX: "Siempre España ha mostrado una especial predilección por esta Silla Apostólica, y procurado llevar la civilización cristiana a todas las naciones del globo. La bandera española ha flotado en los mares de América, India y otras regiones, para manifestar que ella era el símbolo de la fe de Jesucristo… Por eso, España fue grande en pasados tiempos, porque fundaba su grandeza en propagar la religión cristiana, servirla
y defenderla, y hacer para conseguirlo toda clase de sacrificios".[vii]

La hazaña más grandiosa y bella que han visto los tiempos

León XIII: "Vuestra grandísima e inmutable fidelidad a la fe de vuestros antepasados y vuestra veneración por la Sede Apostólica... fue la principal causa de que los españoles adquirieran tan inmensa gloria y un imperio tan extenso, como atestiguan los monumentos de la historia". [viii]

         "La hazaña más grandiosa y más bella que hayan podido ver los tiempos".[ix]

América reconoce su deuda de gratitud con España

San Pío X: "Me congratulo con vosotros y con todos los Obispos de la América Española, porque vuestras naciones... han permanecido fieles a su fe y a sus tradiciones. Con este acto de fidelidad, que hoy manifestáis a España, estáis probando que reconocéis la deuda de gratitud que le debéis, y que la ensalzáis; porque al revés de otros pueblos que, siendo favorecidos por Dios, no obstante han vuelto sus espaldas al Vicario de Cristo,
mostrándose en extremo ingratos. España, a pesar de todas las contrariedades, se ha mantenido siempre fiel a la Religión católica, apostólica, romana, y estoy cierto que así seguirá manteniéndose en el futuro". [x]

Maravillosa epopeya

Pío XI: "…la maravillosa epopeya de aquellas navegaciones que tan vastos campos de benéficas y pacíficas conquistas abrían a la fe católica en el Nuevo Mundo y en muchas partes del mundo viejo".[xi]

Transformó pueblos idólatras en devotos hijos de Cristo

Pío XII: "… el hecho colosal de que, un siglo después del descubrimiento, América era virtualmente católica".[xii]

       "De esta fe católica romana estuvieron animados vuestros padres y gobernantes... El orgullo de esta fe exalta vuestro nombre y hace sagradas muchas páginas de vuestra historia; esta fe elevó sobre los vestigios de la civilización precolombina, y sobre las salvajes soledades, y hasta más allá de las vertiginosas cimas de vuestros montes el espíritu misionero que, regenerándolos romanamente, transformó aquellos pueblos idólatras en devotos hijos de la Esposa de Cristo".[xiii]

       "… el intento, en gran parte logrado, de aquellos grandes misioneros, secundados por el espíritu universal y católico de la legislación de sus monarcas, de fundir en un solo pueblo, mediante la catequesis, la escuela y los colegios de Letras Humanas, el elemento indígena con las clases cultas venidas de Europa o nacidas ya en tierra americana".[xiv]

     "Alimentamos más bien en Nuestro corazón la esperanza de que dentro de poco la América latina pueda hallarse en condiciones de responder, con vigoroso empuje, a la vocación apostólica que la Providencia Divina parece haber asigna do a este gran continente, de ocupar un puesto preeminente en la nobilísima tarea de comunicar también a otros pueblos, ¡os ansiados dones de la salvación".[xv]

La Cruz de Cristo iluminó a los descubridores y colonizadores

Juan Pablo II: "Es un testimonio de gratitud que deseo rendir a los artesanos de esta admirable obra de evangelización, precisamente en esta tierra del Nuevo Mundo donde fue plantada la primera Cruz, celebrada la primera misa y rezado el primer Ave María, de donde enseguida la fe se irradió en medio de toda suerte de vicisitudes, sobre las islas vecinas y sobre todo el Continente”[xvi]

      “La así llamada colonización no se puede vaciar del contenido religioso que la impregnó o acompañó, ya que la Cruz de Cristo, plantada desde el primer momento en las tierras del Nuevo Mundo, iluminó el camino de los descubridores o colonizadores, como lo prueba la religiosidad que marcó toda su trayectoria y los numerosos escritos de la época, así como los mismos nombres de tantas ciudades y santuarios
diseminados por América".[xvii]

     “Mientras que la mayoría de los pueblos vino a conocer a Cristo y al Evangelio después de siglos de su historia, las naciones del continente Iberoamericano y entre ellas de modo especial el Brasil, nacieron cristianas".[xviii]. Raimundo Peña Fuerte, Barcelona, 1-10-2021.

 

[i] Bula Inter Coetera (1522). América Pontificia -1. Primi Saeculi Evangelizationis 1493- 1592, Libreria Editrice Vaticana, 1991, vol. I, pp. 71ss.

[ii] Carta Exponi nobis fecisti, a CarlosV, 1522. América Pontificia, vol. I, pp. 166 ss.

[iii] Carta Apostólica Veritas ipsa, (2-6-1537). América Pontificia, vol. I, pp.364 ss.

[iv] Carta Cum oporteat nos (17-8-1568, América Pontificia, vol.II, pp. 804-805.

[v] Exhortación apostólica Etsi fratemitatem tuam, (6-7-1569), dirigida al Obispo de San Salvador de Bahía (Brasil).América Pontificia, Vol II, pp. 739 ss.

[vi] Bulario Romano, T. XIV, pg. 712.

[vii] 18) Respuesta al homenaje de los peregrinos de España por ocasión del XXV aniversario de su Pontificado, 20 de Junio de 1870.

[viii] Carta a los Obispos de España, del 25-10-1893.

[ix] Encíclica Quarto abeunte saeculo. 16-7-1892.

[x] Discurso del 22 de noviembre de 1908.

[xi]Discurso a los reyes de España, 19-3-1923.

[xii] Radiomensaje del 12-10-1949.

[xiii] Radiomensaje al II Congreso Eucarístico Nacional de Perú, 27-10-1940.

[xiv] Radiomensaje del 12-1-1954.

[xv] Carta Apostólica Ad Ecclesiam Christi, 29-6-1955.

[xvi] Discurso en el aeropuerto de Santo Domingo, 25-1-1979.

[xvii] L'Osservatore Romano, 15-5-1992.

[xviii] Homilía de la Misa celebrada en Salvador, Bahía (Brasil), Pronunciamientos del Papa en Brasil, pg. 192.

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