"Todos los pueblos, para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad, no pueden ignorar el bien precioso de la familia fundada sobre el matrimonio.
"La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole (can. 1055), es el fundamento de la familia, patrimonio y bien común de la humanidad. Así pues, la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios (Mt 13, 3-9), el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas".
(Carta de 16 de mayo de 2005 con motivo del Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Valencia en julio de 2006).