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S.O.S. Familia ¿Es un movimiento, una asociación, una ONG?
¿Cómo definir su carisma, su espiritualidad, su vocación?
            Fundamentada en el Derecho Natural y en la Ley Divina, enseñados por el Magisterio infalible de la Iglesia, S.O.S. Familia tiene como finalidad defender y estimular la institución de la familia --pilar de todo progreso y civilización-- el derecho a la vida y proteger a la juventud y la infancia de todos los ataques que puedan perjudicar su recto desarrollo.
En sus 24 años de existencia, la entidad ha dedicado grandes esfuerzos para combatir la degradación moral en la televisión e Internet, las legislaciones anti familiares y antinatalistas y educativas que perviertan la juventud. El debate sobre aborto, la eutanasia, o la educación para la ciudadanía son, por ejemplo, temas sobre los cuales la entidad ha tenido una palabra de alerta y esclarecimiento de gran proyección.
Si la Ideología de Género es la corriente que fundamenta y promueve el proceso de revolución moral y cultural en curso, el ideal de familia cristiana de siempre, con todos los enriquecimientos del Magisterio de los últimos Papas, es el polo de pensamiento y acción de S.O.S. Familia.

Su campo de acción
Su nombre completo – Instituto Familia y Vida – S.O.S. Familia – quiere expresar las dos vertientes de su ideario.
Como Instituto se propone el estudio y la enseñanza de la doctrina católica sobre la familia, la vida y la amplia gama de temas relacionados con estas materias, cada día  más complejos, y que deben dar fundamento a toda pastoral familiar.
El nombre S.O.S. Familia evoca la labor concreta de socorro a la familia llevada a cabo a través de campañas publicitarias y acciones destinadas a crear conciencia moral en la opinión pública, en los medios de comunicación y en los dirigentes sociales de todos los campos que configuran nuestra sociedad (político, económico, cultural, judicial, sindical, militar, religioso, etc.).

Objetivo central
¿Qué podemos hacer ante la onda avasalladora de corrupción, desintegración familiar, libertinaje sexual, desorientación de la juventud y vulgaridad que nos muestran los medios de comunicación social día y noche?
Lo único que efectivamente puede regenerar nuestra sociedad es una vigorosa conversión moral de las familias y de los individuos. Despertar y animar las conciencias de millones de españoles que están inertes, adormecidos, aislados o mal vistos, es lo más práctico y efectivo que se puede hacer en el momento.
Ninguna costurera, por mejor que sea, consigue coser o zurcir un  paño podrido. Apenas por medio de leyes, incentivos económicos o normativas de comportamiento  – por excelentes que puedan imaginarse – no se remendará el tejido en parte gangrenado de nuestra sociedad.
Quien habla de conversión moral, obligatoriamente tiene que buscar  una  motivación religiosa y una acción extraordinaria de la gracia divina para conseguirla.
No basta una ética laica o laicista. Quien no cree o no ama a Dios, quien no se preocupa  por su salvación eterna, tarde o temprano es arrastrado por la cultura dominante del gozo de la vida y del egoísmo. En suma,  por el orgullo y sensualidad, los vicios motores que llevan al hombre contemporáneo a adherirse a la mencionada revolución sexual y cultural en curso.

¿Qué hace?
Basada en esta convicción, S.O.S. Familia ha acentuado cada vez más su acción evangelizadora y moralizadora, desde un enfoque muy simple, pedagógico, casi primario.
En el ámbito de las familias, incentivar y reavivar las prácticas y devociones más comunes y populares, que puedan fortalecer humana y sobrenaturalmente los lazos familiares, la convivencia, la comunión de principios y la bienquerencia dentro y entre las familias.
El más reciente y exitoso ejemplo en esta línea fue la campaña incentivando la entronización de una bonita lámina del Sagrado Corazón de Jesús en las casas, recordando las maravillosas promesas que, en concreto para las familias, el Sagrado Corazón de Jesús  hizo a Santa Margarita María – “bendeciré las casas en que esté expuesta y sea venerada la imagen de Mi Sagrado Corazón”. O al Beato Bernardo de Hoyos: “Reinaré en España…”.
Se trata de una de las prácticas religiosas más populares que tuvieron nuestras familias y que infelizmente se estaba perdiendo. Entre tanto, desde junio de 2014 hasta el día de hoy, se han difundido 290 mil de estas láminas. Es imposible medir el bien que esto pueda traer a esas familias o calcular los males evitados.
Como todo apostolado de profundidad, sólo nos cabe sembrar y, los frutos que Dios quiera conceder, los veremos en la vida eterna.  Nuestra inmensa consolación desde ya la tenemos en otra de las promesas de Jesús: “Gravaré para siempre en Mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción”.
Se dirá que es una simple devoción, algo secundario en la vida de un católico culto y actualizado. Sí y no. Tres grandes Encíclicas, incontables documentos pontificios, actos públicos multitudinarios, consagraciones, templos, congregaciones e institutos religiosos a ella han sido dedicados.
Durante por lo menos tres siglos ha permanecido viva esta devoción y ninguna revelación privada ha tenido mayor aceptación en la Iglesia que las promesas del Sagrado Corazón hechas a través de Santa Margarita María.

Amplia labor formativa
Otro campo de acción de gran importancia de S.O.S. Familia es la publicación de folletos didácticos sobre temas también básicos y fundamentales para la recta formación de las personas. En pocas páginas muy bien ilustradas y fáciles de leer, se recuerdan los principios y las argumentaciones más elementares sobre materias como el aborto, los anticonceptivos, la eutanasia, la ideología de género, el matrimonio o los deberes en la familia.
Cada uno de estos folletos viene con la presentación o recomendación de alguna alta dignidad eclesiástica.
Interacción entre apostolado y formación
Los miembros de la entidad se encargan de distribuirlos entre sus familiares, amistades, parroquias, etc. La colección de estos folletos, llamada Anunciemos el valor de la familia y la vida, ya llega a un total de 282 mil ejemplares. Es una labor de formación de largo, gran y profundo alcance.
Una de las características de los métodos de S.O.S. Familia es la interacción entre formación y apostolado. En constante expansión, la entidad tiene miembros y voluntarios en las 52 provincias de España, distribuidos en más de tres mil distritos postales.
Por vía postal y correos electrónicos, ellos reciben las iniciativas que la entidad promueve y las difunden, cada uno dentro de sus posibilidades. Una señora podrá apenas hacerlas llegar a dos o tres familiares, explicándoles la materia o entregando la publicación. Los numerosos párrocos, religiosos y religiosas  que nos honran con su participación, tienen un campo de acción inmensamente más amplio.
El hecho de una persona hacer ese apostolado, consolida sus propias convicciones, le adiestra en defender la recta doctrina y moral, le incentiva su vida espiritual y de piedad, llevando a cabo verdaderos y valientes actos de caridad por amor de Dios y del próximo.
La tarea de cada socio es alentar la institución familiar, mostrando su belleza, su bondad, su verdad y su unicidad y, al mismo tiempo, defenderla de los ataques constantes a que está siendo sometida. Debe incentivar la vida religiosa y de piedad en medio de su familia y sus relaciones.

Conjunto imponente de actividades
Si observamos el día a día de la entidad, lo más seguro es que no encontraremos nada de relevante. Entre tanto, una visión panorámica sorprende a los propios impulsores. Sus actividades en curso y su historia el lector las encontrará en su web – www.sosfamilia.es, secciones Campañas en curso y Fecunda labor.
Qué se ha dicho de S.O.S. Familia es otra página que contiene la intensa y prestigiosa correspondencia de grandes personalidades, especialmente eclesiásticas, recibida por la entidad.
Ante la casi nula receptividad que los grandes medios de comunicación tienen para con los temas que defiende la entidad, S.O.S. Familia ha creado su propio sistema de divulgación a través de la mencionada técnica de correos postal y electrónico masivos, comúnmente llamada mailing.
Ello le ha permitido no sólo expandirse vigorosamente, sino crear una verdadera corriente de opinión favorable a la familia y una red de socios y simpatizantes dispuesta a difundir sus iniciativas en medio del público. En los últimos años, se han formado varias entidades de defensa de la familia y la vida en parte inspiradas y beneficiadas por esta labor llevada a cabo previamente, de concienciar sectores más sanos de la opinión pública.
S.O.S. Familia, entre tanto, se distingue por su decidida identidad católica. Ella no quiere ser otra cosa que un eco fiel de las enseñanzas de la Iglesia. Ella  se ha transformado en un instrumento de unión y de expresión de miles de personas y familias  disconformes con el actual proceso de deterioro de la vida familiar y de expansión de la llamada cultura de la muerte.
La edición de libros, estudios, vídeos y boletines; la participación en congresos y cursos; la presentación de charlas y conferencias o la disposición de stand o mesas en diferentes eventos, son otras maneras de actuar en medio de la opinión pública que S.O.S. Familia lleva a cabo incansablemente.

¿Un carisma o apenas una misión?
¿Tiene S.O.S. Familia una espiritualidad, un carisma o una vocación definida? Creo que se trata de algo más modesto y limitado. Lo llamaría de misión. Es una asociación que agrupa personas de las más diferentes espiritualidades y carismas, la mayoría católicos de a pié. Hoy se llamaría de una acción transversal. Los grados de adhesión son muy variados. Desde un modesto benefactor, hasta voluntarios que dedican algunas horas libres a colaborar con sus iniciativas.
Entre tanto, la inmensa mayoría no hace más que aprovechar las oportunidades, las conversaciones o las visitas de la vida cuotidiana para difundir las iniciativas que S.O.S. Familia está proponiendo en el momento. Podrá incluir en sus oraciones habituales las intenciones de la entidad. Podrá ostentar su bonita insignia con la representación de la Sagrada Familia, arquetipo de todo el apostolado y fuente de todas las gracias que reciben. Sin embargo, no exige una entrega especial más allá de lo que todo y cualquier católico hace o está llamado a dar.
Me atrevo si a concluir que, sin ser propiamente un carisma dentro de la Iglesia, ella bien puede tener designada por Dios un Ángel de la Guarda fuerte y poderoso. Un magnífico patrono e intercesor que ha mantenido, hecho fructificar y crecer, durante casi un cuarto de siglo, una institución que lleva a cabo una misión tan contraria a la corriente y en temas muy sensibles para el proceso revolucionario en curso, como son la promoción de la auténtica familia cristiana y la defensa del derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
                                              Fernando Larrain Bustamante                                                        Presidente del Instituto Familia y Vida – S.O.S. Familia

Revista FAMILIA, Enero de 2015, nº 50 - 25 Años - Instituto Superior de Ciencias de la Familia Universidad Pontificia de Salamanca