Conviene que los diferentes miembros de la familia (hijos, hermanos, parientes) se mantengan unidos en la colaboración dentro de ramas próximas de actividades formando así especies de dinastías de obreros, de artesanos, de comerciantes, de agricultores, de industriales, de intelectuales, de profesionales, de artistas, de militares, etc. Esto, lógicamente, sin perjudicar en nada la libertad que los hijos deben tener en escoger sus profesiones y caminos.
¿Los conceptos propuestos arriba, en este capítulo sobre lo que es conveniente para la familia, no conducen a diferenciar las clases sociales en vez de igualarlas?
Veamos lo que nos enseña la Iglesia a este respecto, por la palabra inspirada del Papa Pío XII: