¡Doce meses bajo la protección de Nuestra Señora!
¿Por qué el calendario de 2025 lo dedicamos a la Santísima Virgen? Simplemente, porque no hay nada mejor...
San Luis María Grignion de Montfort, el insuperable teólogo, predicador y profeta del culto a María, nos enseña que lo más esencial, más importante y más urgente es difundir la perfecta devoción a Nuestra Señora.
Afirma que la derrota del espíritu del mundo (actual crisis de fe, moral y cultural) y la restauración de la civilización sobre los principios de la Iglesia Católica, comenzará por la propagación del verdadero culto a María y no por medio de la política, de las obras, del talento o de la ciencia.
“Fue por intermedio de la Santísima Virgen María que Jesús vino al mundo y es también por medio de Ella que Él debe reinar en el mundo”, sostiene San Luis María.
Podemos decir lo mismo si pensamos en nosotros, en nuestra familia y en tantas personas desorientadas que nos rodean. Lo más importante y mejor que podemos hacer es aumentar en todos la devoción a la Virgen.
Le invito, pues, a participar en esta iniciativa de S.O.S. Familia, para que exponga en su casa y difunda el calendario dedicado a la Virgen que le ofrezco. Pedir. Nuestro Señor Jesucristo consagró treinta años de su vida para estar con Su Santísima Madre, agradarle, admirar sus bellezas, sus encantos, su sabiduría como esposa del Espíritu Santo. En fin, a conversar con Ella, estando siempre sometida a Ella.
Entre tanto, dedicó sólo tres años a Su misión pública. Esta idea nos ayuda a valorar mejor quien es Nuestra Señora ¿Y nosotros no tendremos tiempo de ofrecerla unos minutos al día para rezarle el rosario, invocarla y venerarla ante las fotos con diversas advocaciones, como las que Ud. encuentra en el calendario?
Queremos que Ud. nos ayude a difundir la devoción a Nuestra Señora, solicitándonos más calendarios para regalar. Pedir. Es bonito, es práctico, es piadoso, trae los santos de cada día, espacio para anotaciones y hasta las fases de la luna… Ver. Es difícil encontrar alguien que no le guste y no lo quiera. La cuestión es que Ud. lo ofrezca.