Una de las primeras entidades que comenzó a alertar a la opinión pública contra la supresión de la educación religiosa como materia evaluable y computable académicamente, y dentro del horario escolar fue S.O.S. Familia.
La Iglesia y grandes organizaciones como CONCAPA, asociaciones de profesores de religión y otras directamente involucradas en el tema, promovieron la mayor recogida de firmas de la historia de España, con más de 3 millones de adherentes.
Dentro de sus posibilidades, S.O.S. Familia colaboró haciendo entrega de las firmas que recogió a CONCAPA, para integrarse desinteresadamente en ese gran esfuerzo nacional.
Se trata, sin duda, de uno de los problemas más importantes y agudos de la encrucijada política actual y para el futuro de España. Cuando además de 3 millones de firmas, el 90 por ciento de los padres pide la educación católica para sus hijos, inclusive en las escuelas públicas, ¿puede moralmente un Gobierno democrático ignorar esa reivindicación? ¿Puede sufrir el desgaste político de distanciarse de tal manera del sentir de la mayoría, incluso de sus propios electores?
Entrega de firmas en CONCAPA