Cien mil tarjetas fueron enviadas en los meses de julio y agosto de 2007 al presidente Zapatero pidiendo la postergación de la aplicación de la asignatura Educación para la Ciudadanía hasta las próximas elecciones.
Teniendo en vista la radicalidad de la Ley, la gran polémica por ella suscitada, el anuncio de que el partido de oposición, PP, (que obtuvo mayoría en las elecciones municipales) la suprimirá si llega al poder dentro de unos meses, nada más justo y sabio que postergar su aplicación hasta la decisión popular. (Ver el texto).
El 21 de noviembre de 2007, el Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano, respondió la petición de S.O.S. Familia, por medio de extensa carta, argumentando que los contenidos de la asignatura se basan en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, otros acuerdos internacionales y la Constitución. La respuesta oculta la interpretación laicista e inmoral que los contenidos dan a esas legislaciones, o sea, su carácter adoctrinador.